23.3.09

“One day, a boy wanted to be”.

 ¿Qué tan difícil es aceptar la indiferencia ajena? El ser humano es un ser maleable que se ajusta a cualquier situación que el medio le imponga, por más precaria que sea. Y cuando no es simple… dejar ir a la vida. Lo que poco se entiende es aquel masoquismo emocional al que la población es sometida por las llamadas “víctimas”. Ese es el comienzo.

 A pesar de todas las voces que se oían a su alrededor, Thomas caminaba en línea recta hacia el océano. No era la primera vez que lo hacía, algún tiempo atrás empezó a encontrar cierto confort en ello, como si su pesado cuerpo se disolviera como la sal y con ella bañara lugares inimaginables. Aún no había adquirido la dulzura necesaria para llegar más lejos… era sólo sal. Poco le agradaban aquellas manos inmensas que terminaban con su viaje, hirientes e hirvientes. No como la sal en su interior, que le recordaba a dónde pertenecía, sino como una opresión contra el suelo que cada vez se acercaba más a su corazón. Pero no podía dejar que se lo robaran. Era aquel el momento en el que reaccionaba y, como lo había hecho ya varias veces, salía a correr demostrando una fortaleza que quitaría en ese millar de manos el rastro del ego que buscaban conseguir a expensa suya. Consuetudinario, no había más que decir.

¿Y esa imagen qué? No es el momento de saberlo.

2 comentarios:

Nay Tiyi dijo...

Kaho!!
Se te extrañó por estos mares... Como estás?

Espero que tu cosas esen tranquilas y sobre ruedas. Un beso enorme!!
Hablamos ^^

Nay

Kateryn dijo...

muyyyyyyy buena entrada kaho!

em gusta mucho eso de la indiferencia humana, es para mi, muy dolorosa creo yo, mas que el odio, cuando alguien es indiferente contigo es peor que el odio! prefiero que me odien a que se me hagan indiferente!


chao!!!!!!!1


besootes y ke te este iendo bn bn en la uni!

katy